¿Cómo evitar decisiones desastrosas? Usa el Pensamiento Inverso en tu estrategia empresarial
Evitar decisiones erróneas es la clave oculta para construir una estrategia ganadora.
El error común de las empresas: solo pensar hacia adelante
En la mayoría de las empresas, cuando se hace planeación estratégica, todo gira en torno a lo que se quiere lograr.
Nos concentramos en establecer metas, pero nos olvidamos de una parte clave: qué decisiones no debemos tomar.
Aquí es donde entra en juego el pensamiento inverso, un concepto que aprendí recientemente de Charlie Munger, quien fue socio eterno de Warren Buffet.
¿Qué es el pensamiento inverso?
El pensamiento inverso se trata de abordar los problemas desde el otro lado. En lugar de preguntarte cómo alcanzar el éxito, te preguntas cómo podrías fracasar.
Munger lo pone en términos simples: "Quiero saber dónde moriré, para no ir nunca ahí"
En lugar de pensar solo en cómo innovar, pregúntate: ¿qué decisiones matan la innovación? Al aplicar este enfoque, puedes evitar obstáculos innecesarios y concentrarte en lo que realmente funciona
El poder de saber qué NO hacer
Hace unos días, escuchaba un podcast donde una emprendedora hablaba de este concepto, y me pareció una revelación. Pensé: "¡Esto es justo lo que los gerentes necesitan!"
Muchas veces, la clave no está en encontrar qué hacer sino en qué evitar.
Las empresas suelen quedarse atascadas en planes estratégicos estáticos, olvidando que la estrategia es más dinámica. Es lo que decides hacer, pero también lo que decides no hacer.
Este enfoque conecta directamente con la estrategia emergente de Alejandro Salazar. Como él explica, la estrategia es lo que hacemos, no lo que planeamos.
El pensamiento inverso ayuda a las empresas a elegir posiciones estratégicas más sólidas, porque te obliga a identificar decisiones que te llevarían al fracaso.
¿Cómo aplicar el pensamiento inverso en tu empresa?
Al aplicar el pensamiento inverso en tus decisiones estratégicas, puedes preguntarte lo siguiente:
¿Qué haría que mi empresa fracase?
¿Qué podría espantar a mis clientes?
¿Cómo puedo evitar que la innovación muera?
¿Qué incentivos crean comportamientos negativos?
Una de las claves para aplicar este enfoque es realizar un "premortem de fracaso".
Es decir, imagina que tu empresa ha fracasado y pregúntate qué salió mal.
Este ejercicio te permitirá descubrir puntos débiles y corregir el curso antes de que sea demasiado tarde
Lista de acciones a evitar
Usando el pensamiento inverso, puedes crear una lista de cosas que no debes hacer en tu empresa, como por ejemplo:
No sobrecargar a los equipos con tareas irrelevantes.
No ignorar las señales tempranas de problemas en el mercado.
No fomentar una cultura que desincentive la creatividad.
No confiar ciegamente en planes estáticos sin adaptarlos a las condiciones actuales.
Conclusión: Crea posiciones estratégicas evitando el error
El pensamiento inverso te permite fortalecer tu estrategia al evitar las decisiones equivocadas.
Es más fácil eliminar los factores que te llevan al fracaso que crear una estrategia perfecta desde el principio. Así es como logras posiciones estratégicas más inteligentes y evitas que tu empresa caiga en trampas comunes.
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