Imagina que te despiden, ¿Qué haría tu sucesor?
Es una pregunta incómoda. Te enfrenta a una realidad que no quieres imaginar. Pero es la pregunta clave que podría cambiar la forma en que lideras tu empresa.
Defendiendo lo indefendible
En las organizaciones, es fácil caer en el razonamiento defensivo. ¿Te ha pasado?
Te aferras a tu posición, proteges tu estrategia, mantienes el status quo. Tu ego te susurra que estás haciendo las cosas bien. No cuestionas tus métodos porque no quieres parecer débil. Y ahí está el problema.
Si te despidieran hoy, y tu sucesor llegara mañana, ¿qué haría diferente?
Lo primero que haría es cuestionar todo. No tendría apegos ni prejuicios. Simplemente llegaría con una mirada fresca y buscaría resolver lo que tú no ves.
El razonamiento defensivo bloquea el aprendizaje y limita la innovación.
Es más fácil defender las decisiones pasadas que reconocer que pueden haber fallos.
Pero ¿a qué costo? A costa del crecimiento, de la evolución, de las oportunidades perdidas.
Lo que hace falta es aprender de verdad
Un líder que opera desde el razonamiento productivo se pregunta constantemente: ¿Qué puedo aprender de esto?
En lugar de aferrarse a tener la razón, se enfoca en mejorar, en adaptar y en evolucionar. Y eso es precisamente lo que haría tu sucesor.
Llegaría sin el peso de las decisiones pasadas, sin la necesidad de proteger su reputación.
Llegaría con la única misión de hacer las cosas mejor.
He visto cómo el razonamiento defensivo paraliza a organizaciones enteras.
Hace un tiempo, trabajé en una empresa donde los altos mandos se negaban a revisar sus estrategias, incluso cuando los resultados indicaban que algo no estaba bien. Defender lo indefendible se convirtió en su estrategia.
El problema era evidente para todos, menos para ellos. La empresa perdió oportunidades valiosas porque nadie se atrevía a cuestionar nada.
Cambiar antes de que sea tarde
¿Te has preguntado qué haría un nuevo líder si tomara tu lugar hoy? ¿Qué haría esa persona que tú no estás haciendo?
Esta es la clave. Te enfrenta a tus propias limitaciones y te obliga a ver las cosas de manera diferente.
Tu sucesor no vendría con las mismas suposiciones. No estaría atrapado en el “así se hacen las cosas aquí”. Se centraría en resultados, no en defender egos.
Pensar en qué haría tu sucesor te permite cambiar el chip, adoptar un razonamiento productivo.
Cuando cambias el enfoque de “defender mi posición” a “aprender de cada situación”, todo mejora. Y no solo para ti, sino para toda la organización.
¿Cómo evitar el razonamiento defensivo?
No es fácil, pero se puede. Aquí te comparto algunas estrategias que he aprendido en mi carrera y que han funcionado:
Cuestiona todo. Incluso cuando las cosas van bien, pregúntate: ¿Podría haber una mejor manera de hacerlo?
Aprende de tus errores. No ocultes los fracasos; úsalos como trampolines para mejorar.
Fomenta la retroalimentación sincera. Rodéate de personas que te digan la verdad, aunque duela.
Desapégate de tus decisiones. No todas tienen que ser las correctas. Lo importante es ser flexible y cambiar cuando sea necesario.
Busca el conflicto constructivo. No se trata de pelear, sino de encontrar nuevas perspectivas que desafíen tus creencias.
El cambio está en tus manos
En las organizaciones que no están dispuestas a cambiar, he visto cómo los líderes caen en una espiral de excusas.
Pero lo más peligroso es que no se dan cuenta. Los gerentes defensivos creen que están haciendo lo mejor, hasta que llega el golpe: el despido, la quiebra o el fracaso del proyecto.
La verdad es que, si adoptas un razonamiento productivo y te preguntas honestamente qué haría tu sucesor, puedes evitar ese destino.
Yo mismo he vivido esto. En momentos críticos de mi carrera, tuve que enfrentarme a esa pregunta.
¿Qué haría otra persona en mi lugar?
Y, aunque no fue fácil admitirlo, la respuesta me llevó a hacer cambios que hoy agradezco.
No esperes al despido
No tienes que esperar a que alguien tome tu lugar para hacer las cosas bien.
Puedes empezar ahora. Pregúntate cada día:
¿Qué puedo hacer hoy que mi sucesor haría mejor?
No es una cuestión de competencia, es una cuestión de evolución.
Evoluciona o alguien más lo hará por ti.
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