La relación toxica de las PYMES con las deudas de corto plazo.
La asfixiante relación entre las deudas a corto plazo y el flujo de caja es una realidad que enfrentan miles de PYMES cada día.
¿Alguna vez has sentido que tu empresa, esa que construyes con tanto esfuerzo, está al borde del abismo? No estás solo.
Si hay algo que nos roba la tranquilidad a los que estamos al frente de una empresa es no tener el dinero suficiente para pagar la nómina o el arriendo.
Estresa cuándo tenemos que decidir a cuál proveedor pagar y a cual incumplirle porque el dinero en el banco no es suficiente para todos.
¿Te suena familiar? Esta "gimnasia financiera" que hacemos a diario puede ser la peor pesadilla de cualquier empresario.
Pero, ¿por qué este dolor de cabeza constante?
La respuesta, a menudo, está en un desequilibrio peligroso: deudas de corto plazo que compiten con un flujo de caja en crecimiento... o que intenta crecer.
Y es que, seamos honestos, gran parte de las deudas de las PYMES tienen una fecha de vencimiento muy cercana, entre 6 y 36 meses.
No es un capricho, es la realidad que nos imponen las condiciones del mercado.
Los bancos, con su particular lógica, nos ofrecen créditos a corto plazo y a un costo elevado, argumentando que nuestras empresas son "riesgosas".
Pero, ¿no será que estos mismos créditos están incrementando ese riesgo?
Así, caemos en la trampa de "tapar huecos" con deudas que, en muchos casos, son el resultado de modelos de negocio que no generan suficiente flujo de caja.
¿Estamos realmente construyendo valor, con ventas, utilidad y flujo de caja? O, por el contrario, ¿nuestro capital de trabajo está devorando la caja que generamos, sin dejarnos margen para cumplir con las obligaciones financieras?
El tiempo se convierte en nuestro enemigo.
Mientras que corregir los problemas operativos de una empresa requiere paciencia y estrategia, las deudas de corto plazo aprietan como una soga alrededor del cuello.
¿Qué podemos hacer para cambiar esta situación?
Conócete a ti mismo (y a tu empresa): Hay que arrancar por conocernos a nosotros mismos (nuestras empresas), y eso consiste en un diagnóstico transparente de la salud financiera de nuestros negocios.
Un diagnóstico nos permitirá identificar si nuestros modelos de negocios están construyendo o destruyendo la caja.
Proyecta tu caja: Anticipa si las tendencias actuales y las proyecciones de crecimiento te llevarán a construir más caja. Un flujo de caja proyectado a 36 meses puede ser un gran aliado.
Siéntate a negociar: Intenta renegociar esas deudas de corto plazo, transformándolas en obligaciones a largo plazo (esto no es nada fácil, lo sé).
Recuerda esto solo funcionará si tu estructura operacional está generando caja de forma sostenible.
Si estás pasando por problemas de flujo de caja es hora de hacer una reflexión profunda sobre tus números y sobre tu estrategia.
No dejes que las deudas de corto plazo ahogue la visión de tu negocio.
Por acá estaré compartiendo contenido y herramientas para ayudar en esa tarea.
Nos leemos pronto. Óscar Yonda - el financiero de tu PYME