El todo es más que la suma de las partes
En este post vamos a aprender sobre pensamiento sistémico.
Te voy a contar la historia de lo que aprendió Alex al ir de excursión al bosque con su hijo.
Alex, es el gerente de una planta de producción, llena de problemas financieros, con baja productividad y mal servicio al cliente.
Un fin de semana Alex acompaña a su hijo Dave a una excursión al bosque. El profesor que iba a liderar la excursión se enfermó, por lo que a Alex le tocó liderar el grupo de niños.
El objetivo de ese fin de semana era que todos los niños atravesaran el bosque juntos y seguros.
Alex como buen ingeniero organizó los niños en fila india y empezó a tomar la ruta que les indicaba el mapa. Sin embargo, después de un rato de caminar, Alex notaba que el grupo de niños se iba distanciando, algunos niños caminaban más rápido que otros, lo que ocasionaba que el grupo se partiera.
Alex para solucionar el problema, paraba a todo el grupo, los reunía y empezaba a probar varios métodos de caminata para que el grupo no se volviera a partir.
La meta era llegar juntos.
Finalmente, detectó al niño más lento del grupo y concluyó que si lo colocaba al inicio de la fila, todo el grupo caminaría al ritmo de él. Y así fue...
Ahora el grupo no se partía porque todos iban al ritmo del niño más lento.
Sin embargo, los niños más rápidos empezaron a aburrirse y a pisarse los talones ya que se caminaba muy despacio. El grupo no avanzaba a la velocidad que se requería para llegar a tiempo.
Ya iban juntos, pero no en la velocidad necesaria.
Alex tuvo que pensar una vez más como hacía para que el niño lento, el que marcaba la velocidad del grupo, caminara más rápido.
Tomó la maleta del niño lento, sacó todas sus cosas y las repartió entre todos los niños, ahora el niñó más lento no llevaba equipaje, lo que lo hizo más rápido.
Efectivamente al hacer esto, el grupo caminó más rápido, se mantuvieron unidos y cumplieron el objetivo de atravesar el bosque juntos y en el tiempo establecido.
Esta historia es grandiosa para aprender sobre pensamiento sistémico.
Primero te cuento que esta historia es del libro "La Meta" de Eliyahu Goldratt, un libro que sin duda debes leer para ser un gran empresario o un gran profesional.
Hablemos de pensamiento sistémico.
¿Qué es el pensamiento Sistémico?
El pensamiento sistémico de forma sencilla es la capacidad de pensar en el sistema completo y no en las partes por separado.
El cuerpo humano es un sistema, que funciona interconectado por múltiples partes, operando sistémicamente por un objetivo primordial.
Una empresa es un sistema y los procesos son sus partes. Algunas empresas son sistémicas, pero la mayoría no.
En una empresa estamos acostumbrados a pensar en procesos, esto tiene sus ventajas, pero se vuelve peligroso cuando cada proceso quiere destacar y lograr su objetivo particular, sin conocer sus influencias en el sistema completo.
Volvamos a la historia de la excursión de los niños.
El grupo de niños tenía un objetivo en común: llegar juntos, seguros y en un tiempo determinado. No importaba que algunos niños (partes) fueran más rápidos que otros.
La meta era llegar juntos en el menor tiempo posible.
Para que el pensamiento sistémico funcione, debemos tener la capacidad de observar el sistema desde arriba, como lo hizo Alex con el grupo de niños.
Identificar el objetivo del sistema.
Conocer las partes del sistema.
Identificar las capacidades de cada parte del sistema.
Medir la velocidad de cada parte del sistema. Esta velocidad debe estar en función del objetivo del sistema.
Detectar la parte más lenta del sistema. (Cuello de botella)
La velocidad del sistema será la velocidad de la parte más lenta del sistema.
Diseñar y crear métodos para incrementar la velocidad de la parte más lenta del sistema.
Al incrementar la velocidad del cuello de botella (la parte más lenta del sistema), se incrementará la velocidad del sistema total.
Si llevamos todo esto a nuestro día a día empresarial, notaremos que desarrollar un pensamiento sistémico es una tarea monumental.
En la mayoría de las empresas se trabaja como islas.
Hoy en día las compañías han desarrollado una competitividad interna que va en contra vía del pensamiento sistémico: nos enfrentamos unos con otros por sobresalir, por ser lo más ágiles, por quedar bien ante el jefe, por cumplir la tarea específica...
Todo eso sin siquiera conocer el impacto real en el sistema.
El primer paso es entonces desarrollar un liderazgo sistémico. Está en la tarea de los líderes ser propagadores de pensamiento sistémico.
No se puede entender el valor de un sistema separando el sistema de sus partes o las partes del sistema, porque lo más importante del sistema está en las interacciones entre sus partes.
Nos leemos pronto.