Gerenciar en tiempos de guerra
¿Eres un gerente para tiempos de guerra o un gerente para tiempos de paz?
Los últimos meses se parecen a los tiempos de guerra, hablando en términos empresariales.
Las empresas están operando con un objetivo único: sobrevivir y capturar mercado como se pueda.
El mercado parece haberse reducido después de las vacas gordas que dejó el COVID en muchas industrias.
El efecto COVID generó alta demanda, altos niveles de liquidez, precios arriba, altos crecimientos, pero también inflación.
Los precios vienen en caída libre hace ya varios meses, la demanda se ha disminuido a causa de la inflación y los altos niveles de endeudamiento han generado iliquidez insostenible.
Hace un tiempo leí un artículo muy interesante que hablaba sobre la existencia de gerentes para tiempos de guerra y gerentes para tiempos de paz.
Me parece muy oportuno retomar lo que decía el artículo:
Tiempos de paz: es cuando la compañía tiene una ventaja competitiva frente a su competencia y el mercado está creciendo. En tiempos de paz la compañía puede expandir su mercado y reforzar sus fortalezas.
Tiempos de Guerra: es cuándo una empresa tiene amenazas latentes, de la competencia, de factores macroeconómicos, de cambios en el mercado, cambios en la cadena de abastecimiento.
En tiempos de paz el liderazgo se enfoca en maximizar las oportunidades, se fomenta la creatividad para generar nuevos desarrollos.
En tiempos de guerra no hay muchas opciones, el enfoque es claro: la supervivencia de la empresa.
En tiempos de paz se sigue el protocolo, en tiempos de guerra muchas veces hay que romper o renovar el protocolo.
En tiempos de paz se dedica a definir la cultura, en tiempos de guerra, la guerra define la cultura.
En tiempos de paz la competencia es vista como otros barcos en un gran océano, en tiempos de guerra la competencia está dentro de tu casa.
En tiempos de paz el objetivo es expandir el mercado, en tiempos de guerra es ganar el mercado.
Es claro que no es lo mismo gerenciar una empresa en tiempos de paz y en tiempos de guerra, pero esto no debe quedarse solo en los niveles directivos, el pensamiento sistémico aplica más que nunca en esta filosofía.
Todos los integrantes de una compañía deben tener la capacidad de adaptarse a los tiempos de guerra, si una parte del sistema no se adapta, pierde el sistema completo.
No podemos operar las compañías con ojos de auditores en tiempos de guerra.
Hoy más que nunca se requiere la flexibilidad estratégica en todos los niveles de la organización, para generar agilidad, para crear nuevos protocolos de operación y crecimiento.
Les comparto el link del artículo que mencioné:
https://a16z.com/peacetime-ceo-wartime-ceo/
Nos leemos pronto.