Hábitos atómicos en tu vida profesional.
Uno de los libros que más he aplicado en mi vida y me ha hecho crecer como persona y profesional es Hábitos Atómicos de James Clear.
Es un libro muy sencillo pero poderoso que nos ayuda de una manera práctica a orientar nuestros esfuerzos hacia los resultados que queremos.
¿Qué es un hábito atómico?
Los hábitos atómicos son todas las pequeñas acciones y comportamientos, que repetimos todos los días y que probablemente hemos repetido por varios años. (Consciente o inconscientemente)
Estos hábitos atómicos son los que consistentemente nos han convertido en las personas y profesionales que somos hoy.
Todos tenemos hábitos atómicos buenos y malos. Lo importante es identificarlos, potenciarlos y hacer cambios donde se requiera.
Los hábitos atómicos deben estar diseñados a la medida de tus metas y objetivos.
¿Qué resultado quieres obtener o en qué tipo de profesional te quieres convertir? Te lleva a la pregunta: ¿Cuáles son los hábitos atómicos qué debo adoptar?
Una de las frases del libro que más me impactó fue:
“No nos elevamos al nivel de nuestras metas, caemos al nivel de nuestros sistemas” — James Clear.
Esto se traduce en que nuestros resultados no se ejecutan por solo soñar. Nuestros resultados dependerán de nuestros comportamientos diarios, lo que en sumatoria construirán sistemas.
Un sistema son todos los hábitos y comportamientos que ejecutados consistentemente durante mucho tiempo nos convierten en la persona que queremos convertirnos.
¿Cómo aplico los hábitos atómicos en mi vida profesional?
Te voy a compartir algunos ejemplos de cómo personalmente he adoptado la filosofía del libro para mejorar mi vida profesional.
Primer paso: definir una identidad.
¿En qué tipo de profesional me quiero convertir? Esa será mi identidad.
Mi identidad: Soy una persona organizada, que tiene un pensamiento estratégico elevado y que quiere generar resultados de alto valor.
Segundo Paso: Definir los hábitos que están acordes con mi identidad.
Cada primer día del mes, construyo mi agenda de trabajo mensual. En donde identifico los proyectos más importantes a desarrollar en el mes. Mis palancas de valor son todos los proyectos estratégicos, en dónde puedo generar un mayor impacto.
Todos los domingos, hago una revisión de mi plan de trabajo mensual y con base en eso construyo mi agenda de trabajo semanal.
Todos los días por la mañana reviso mi plan de trabajo semanal y verifico que se está logrando y qué está por lograr.
Todos los días a primera hora, agendo y bloqueo espacios de tiempo en mi calendario para dedicárselos a mis proyectos estratégicos.
Otros hábitos que complementan los anteriores.
Revisar el correo electrónico máximo 3 veces por día.
Todos los días automatizo una tarea que es operativa o necesaria. Esto lo puedo hacer con aplicaciones, inteligencia artificial o sencillamente con Excel.
Estudiar. Todos los días leer un artículo, libro o ver un vídeo de un tema relacionado con la planificación estratégica y financiera en las empresas.
No desarrollar un liderazgo basado en la micro gerencia. Doy autonomía y control a mi equipo de trabajo.
Tercer paso: hacer que los hábitos sean atractivos y fáciles de ejecutar.
El tercer paso es de vital importancia ya que te permiten eliminar la fricción que puede existir para ejecutar los hábitos.
El uso del calendario (Google Calendar en mi caso) me permite tener visualización de mis bloques de tiempo y mis proyectos personales.
También puede servir una agenda física donde se prioricen los proyectos estratégicos.
Asignar tiempos para planificar mi mes, mi semana y mis días, me permite ser consciente de dónde estoy avanzando y dónde debo acelerar
Te invito a qué evalúes tus hábitos diarios, a que seas consciente como ejecutas tu día a día, probablemente allí está el principal factor para que logres tus metas.
Construye sistemas de hábitos y comportamientos, esa es la base para cualquier cambio sustancial en nuestra vida personal y profesional.